«Apocalipsis griego de Esdras»
Traducido de «Los pseudoepígrafos del Antiguo Testamento, Volumen 1», James H. Charlesworth (1983)
James Charlesworth escribe (The Pseudepigrapha and Modern Research, págs. 116-117):
Este apocalipsis existe sólo en dos manuscritos, París. gramo. 929, y sigs. 510-32 y París. gramo. 390, sigs. 50-59 (según RPJ Noret; véase AM. Denis, n° 24, pp. 4, 91); el primero fue editado por K. von Tischendorf (núm. 888) y traducido al inglés por A. Walker (ANF 8. Pp. 571-74).
El pseudoepigrafo es una imitación bastante tardía de 4 Esdras y frecuentemente es similar al Apocalipsis de Sedrach. La obra, sin embargo, no es tan tardía como el siglo IX, como sugirió MR James (Apocrypha Anecdota [T&S 2.3] Cambridge: CUP, 1893; p. 113).
La mayoría de los estudiosos han llegado a la conclusión de que la obra es cristiana (p. ej., E. Schürer, History, 2d. Div., vol. 3, p. 110; H. Gunkel en APAT 2, p. 352; H. Weinel en el Gunkel Festschrift , págs. 157 y siguientes), pero P. Riessler argumentó que existe un Grundstock judío que ha sido reelaborado por un cristiano (núm. 62, pág. 1273).
El trabajo aún no tiene capítulos asignados, pero está dividido internamente en cuatro partes. Primero, Esdras asciende al cielo y suplica a Dios misericordia para los pecadores. En segundo lugar, guiado por Miguel y Gabriel, desciende al Tártaro, donde presencia el castigo de Herodes y otros pecadores, uno de los cuales es descrito como el Anticristo. En tercer lugar, asciende a los cielos y presencia más castigos, incluso en el Paraíso, donde ve a Enoc, Elías, Moisés, Pedro, Pablo, Lucas y Mateo. Cuarto, desciende nuevamente a lo más profundo del Tártaro, donde es testigo de más tormentos y, finalmente, gana bendiciones para quienes veneran su libro (to biblion touto) y maldiciones para quienes no lo creen. Muere entregando su alma; su cuerpo está enterrado.
ME Stone escribe: «La dependencia de la escritura de (presumiblemente la versión griega de) 4 Esdras y su carácter cristiano indican una fecha en algún momento del primer milenio. Si Santiago tiene razón y este es el escrito al que se refiere el Canon de Nicéforo (c. 850 d.C.), entonces es probable una fecha entre el 150 y el 850 d.C. No se puede discernir su procedencia». (The Old Testament Pseudepigrapha, vol. 1, p. 563)