Esta escuela de pensamiento se dedicaba a la búsqueda de la felicidad. Combatió eficazmente las supersticiones nacidas de la ignorancia. [1]
La religión occidental languideció así hasta la época de los escépticos, los cínicos, los epicúreos y los estoicos, pero muy en particular hasta los tiempos de la gran controversia entre el mitracismo y la nueva religión cristiana de Pablo. [2]