Todos los grupos de ángeles tienen su propio cuerpo de transporte. [1] En El Libro de Urantia el término ángel está restringido a los Serafines que sirven a los mortales. [2] El jefe de los supernafines es el ángel modelo original. [3]
Los ángeles de ciertas órdenes pueden convertirse en Compañeros Paradisiacos durante un período de tiempo; algunos se vuelven Registradores Celestiales; otros se elevan hasta las filas de los Asesores Técnicos. [4]
Los mortales de Urantia deben obtener la energía de la luz por medio de la encarnación vegetativa, pero las huestes angélicas están metidas en circuitos; tienen «un alimento que vosotros no conocéis». También absorben las enseñanzas circulantes de los maravillosos Hijos Instructores Trinitarios; reciben el conocimiento y absorben la sabiduría de una manera que se parece mucho a la técnica que emplean para asimilar las energías vitales. [5] Están registrados como personalidades del Espíritu Infinito. [6] Estas brillantes criaturas de luz se sustentan directamente absorbiendo la energía espiritual de los circuitos primarios del universo. [7]
Junto con las Huestes de Mensajeros del Espacio, los espíritus ministrantes disfrutan de períodos de descanso y de cambio; tienen una amplia capacidad para apreciar el ministerio de los directores de la reversión; poseen una naturaleza muy sociable y tienen una capacidad para asociarse que trasciende de lejos la de los seres humanos. [8]
Véase también: LU 26:1; LU 26:1.2; LU 30:2.82-89.