Nuestros conjuntos de baile representan sin duda un intento rudimentario y grotesco de las criaturas materiales por acercarse a la armonía celestial de la colocación de los seres y de la disposición de las personalidades. [1]
El baile frenético puede inducir un estado místico. Pero en lugar de las experiencias místicas la actitud más sana de meditación espiritual se halla en la adoración reflexiva y en la oración de acción de gracias. [2]
El baile se originó en los festivales estacionales de adoración. [3] Al principio las oraciones se representaban; las danzas mágicas no eran más que oraciones teatrales. La religión era danzada más que pensada. [4] Muchas chamanesas eran bailarinas profesionales. [5] Las danzas puramente guerreras fueron refinadas y puestas al servicio de valiosos fines sociales por el personal del Príncipe Planetario. [6]
La sociedad disfruta hoy de los beneficios de una larga lista de innovaciones útiles que al principio eran totalmente militares; y a la guerra le debe incluso la danza, una de cuyas primeras formas fue un ejercicio militar. [7]