La armonía debe evolucionar a partir del caos, tal como ocurre con las galaxias del espacio. [1] La armonía es la tónica de Havona, y en el Paraíso prevalece un orden perceptible. [2]
A la pregunta «Maestro, ¿cómo podemos aprender a tener el mismo punto de vista, y a disfrutar así de una mayor armonía entre nosotros?», Jesús respondió: «No deseo que la armonía social y la paz fraternal se adquieran a costa del sacrificio de la personalidad libre y de la originalidad espiritual.». [3]
El don de la armonía está ahora muy diluido en los linajes actuales, que poseen poca herencia de Adán y Eva. La música es el idioma universal de los ángeles. La armonía es el lenguaje de Havona. [4]
La armonía, la música de los siete niveles de la asociación melódica, es el único código universal de comunicación espiritual. La música, tal como la comprenden los mortales de Urantia, alcanza su máxima expresión en las escuelas de Jerusem, la sede del sistema, donde los seres semimateriales aprenden las armonías del sonido. Los mortales no reaccionan ante otras formas de melodía morontial o de armonía celestial. [5]