Las Deidades experienciales son eternas en el futuro desde el momento, y a medida que, adquieren personalidad y poder en los universos crecientes mediante la técnica de la actualización experiencial de los potenciales asociativo-creativos de las Deidades eternas del Paraíso. [1]
Dios Supremo y Dios Último, que evolucionan ahora en los universos experienciales, no son existenciales —no son eternos desde el pasado, sino tan sólo eternos en el futuro; son eternos condicionados por el espacio-tiempo y por lo trascendental. Nunca tendrán fin, pero su personalidad sí ha tenido un principio. [2]