Corinto en tiempos de Jesús era la segunda ciudad de Grecia, y la tercera en el imperio romano tras Alejandría y Roma. [1] Era la capital de la provincia romana de Acaya. [2]
Se podía viajar en un pequeño barco que podía ser transportado por tierra sobre un carril desde uno de los puertos de Corinto hasta el otro, a una distancia de dieciséis kilómetros. [3]
Véase también: LU 130:0.3; LU 133:3-4.