Algunos anditas entraron en Europa por las islas del mar Egeo y remontando el valle del Danubio, pero la mayoría de los primeros linajes más puros emigraron al noroeste de Europa por la ruta del norte a través de las tierras de pastoreo del Volga y el Don. [1]
No es de extrañar que los griegos tuvieran las tradiciones mitológicas de que descendían directamente de los dioses y de seres superhumanos. Descendían de Adanson, un hijo superior de Adán y Eva, y de Ratta, descendiente nodita de estado mayor de Caligastia. [2]
Hacia el 10.000 a.C. un grupo de 375 descendientes superiores de Adanson, de alta estatura, se dirigió por las islas del norte hasta Grecia, viniendo casi directamente desde su hogar en las tierras altas del norte de Mesopotamia. Estos antepasados de los griegos fueron conducidos hacia el oeste por Sato, un descendiente directo de Adanson y Ratta. [3]
Todo el arte y la genialidad de los griegos son un legado directo de la posteridad de Adanson, el primer hijo de Adán y Eva, y de su extraordinaria segunda esposa, Ratta, una hija descendiente en línea ininterrumpida del puro estado mayor nodita del Príncipe Caligastia. [4]
Como había ocurrido en Egipto, prácticamente todo el arte y la ciencia del mundo egeo procedían una vez más de Mesopotamia, excepto la cultura de los precursores adansonitas de los griegos. [5] Hacia el año 5000 a. de J. C. , los tres linajes más puros de los descendientes de Adán se encontraban en Sumeria, el norte de Europa y Grecia. [6]
La región egea pasó por cinco etapas culturales diferentes, cada una de ellas menos espiritual que la anterior. Antes de mucho tiempo, la última época de gloria artística pereció bajo el peso de los descendientes mediocres, que se multiplicaban rápidamente, de los esclavos del Danubio que habían sido importados por las generaciones posteriores de griegos. [7] Egipto sufrió una invasión naval griega por el norte y un ataque libio por el sur que fueron aprovechados por Moisés para su éxodo. [8]
Atenas fue el centro de la ciencia y el saber griegos. [9] Corinto fue la capital de la provincia romana de Acaya. [10] Andrés el apóstol fue crucificado en Acaya. [11]
Jesús habló, leyó y escribió en griego. [12] El Nuevo Testamento fue redactado en griego. [13] El griego era hablado por las clases instruidas y las capas altas de la población judía en tiempos de Jesús. [14]
Las escrituras hebreas fueron traducidas por completo al griego en tiempos de Jesús, y Jesús mismo poseyó uno de estos valiosos ejemplares, regalo de sus amigos de Alejandría. [15] En los siglos inmediatamente anteriores a la época de Jesús, la cultura y el idioma griegos se habían extendido hacia Occidente y Oriente próximo. [16]
La religión griega tenía un lema: «Conócete a ti mismo». [17] La religión de los griegos era banal y corrupta. [18] Exaltaron la belleza. [19] La religión griega prometía salvar de la falta de armonía, de la fealdad, gracias al reconocimiento de la belleza. [20] Practicaban un baño ritual anual. [21] Tenían una filosofía y una ciencia, pero difícilmente una religión con un Dios personal. [22] Los griegos inteligentes nunca consideraron seriamente a los dioses griegos. [23] La mitología griega era más estética que ética. [24]
En Grecia, la ausencia casi total de sacerdotes y de «escrituras sagradas» dejó libre y sin trabas a la mente humana, produciéndose un desarrollo sorprendente en la profundidad de pensamiento. Los griegos helénicos no desarrollaron nunca un sistema de culto centralizado; el ritual era local; no tenían ni clero ni «libro sagrado». [25]
Ninguna nación alcanzó nunca unas cotas tan altas de filosofía artística en un tiempo tan corto; ninguna creó nunca un sistema ético tan avanzado, prácticamente sin una Deidad y totalmente desprovisto de promesas de salvación humana. [26]
En Palestina, el pensamiento humano estaba tan controlado por los sacerdotes y tan dirigido por las escrituras, que la filosofía y la estética estaban totalmente sumergidas en la religión y la moralidad. En Grecia, la ausencia casi total de sacerdotes y de «escrituras sagradas» dejó libre y sin trabas a la mente humana, produciéndose un desarrollo sorprendente en la profundidad de pensamiento. Pero la religión, como experiencia personal, no logró seguir el mismo ritmo que la investigación intelectual de la naturaleza y de la realidad del cosmos. En Grecia, la creencia estaba subordinada al pensamiento; en Palestina, el pensamiento se mantenía sometido a la creencia. En Palestina, el dogma religioso se cristalizó tanto que puso en peligro el crecimiento ulterior; en Grecia, el pensamiento humano se volvió tan abstracto que el concepto de Dios se disipó en un vapor nebuloso de especulaciones panteístas. [27]
Pero realizaron una terrible inmersión orgiástica en los desatinos de los cultos de misterio que entonces estaban extendiéndose por los países mediterráneos. [28] La religión del Olimpo no prometía la salvación ni aplacaba la sed espiritual de sus creyentes; por eso estaba condenada a perecer. [29]
En Grecia se veneraba un grupo de 30 piedras. [30]
Todos los pueblos trataron con desprecio a las mujeres con menstruaciónla. Incluso los griegos consideraban que la mujer con la menstruación era una de las tres grandes causas de contaminación, siendo las otras dos la carne de cerdo y el ajo. [31] Los griegos mismos creían en tres almas; la vegetativa residía en el estómago, la animal en el corazón y la intelectual en la cabeza. [32]
Los griegos, a diferencia de los judíos y de otros muchos pueblos, habían creído provisionalmente en la inmortalidad, en alguna clase de supervivencia después de la muerte. [33] Los griegos creían en la eficacia del consejo de los oráculos. [34] Los griegos y otros enseñaron que el hombre va descendiendo continuamente desde la perfección divina hacia el olvido o la destrucción. [35] Los griegos distinguían entre lo animado y lo inanimado, el espíritu y la energía. [36] Consideraban la materia como la sombra de la sustancia espiritual más real. [37] Como otros pueblos los griegos también tuvieron dioses que formaban tríadas. [38]
Los griegos creían que los hombres débiles debían tener almas débiles; así pues inventaron el Hades como lugar adecuado para recibir estas almas anémicas; también suponían que estos especímenes poco vigorosos tenían unas sombras más pequeñas. [39]
La influencia inicial de los educadores de Salem fue casi destruida por la invasión llamada aria procedente de Europa meridional y de Oriente. Estos invasores helénicos trajeron con ellos unos conceptos antropomórficos de Dios similares a los que sus hermanos arios habían llevado hasta la India. Esta importación inauguró la evolución de la familia griega de dioses y diosas. Esta nueva religión estaba basada en parte en los cultos de los bárbaros helénicos recién llegados, pero también compartía los mitos de los antiguos habitantes de Grecia. [40] Amenemope transmitió la ética de la evolución y la moral de la revelación a los griegos. [41]
Aunque el esfuerzo de Akenatón por imponer a su pueblo la adoración de un solo Dios pareció fracasar, las repercusiones de su obra sobrevivieron durante siglos tanto en Palestina como en Grecia. [42]
La religión romana sufrió la profunda influencia de las abundantes importaciones culturales procedentes de Grecia. La mayor parte de los dioses olímpicos fueron finalmente trasplantados e incorporados en el panteón latino. Los griegos adoraron durante mucho tiempo la lumbre del fuego familiar —Hestia era la diosa virgen del fuego familiar; Vesta era la diosa romana del hogar. Zeus se convirtió en Júpiter, Afrodita se transformó en Venus, y así sucesivamente con las numerosas deidades del Olimpo. [43]
La filosofía griega influyó grandemente en el cristianismo. La filosofía griega, unida a la teología de Pablo, forma todavía la base de la ética europea. Los ideales de Jesús fueron reinterpretados por la filosofía griega y socializados en el cristianismo. [44]
Había una extraña similitud entre la filosofía griega y muchas enseñanzas de Jesús. Tenían una meta común: las dos aspiraban al surgimiento del individuo. [45]
El imperio heleno, como tal, no podía durar. Su influencia cultural continuó, pero solamente perduró después de adquirir de occidente el genio político romano para administrar un imperio, y después de obtener de oriente una religión cuyo Dios único poseía una dignidad imperial. [46]
Véase también: LU 98:1; LU 98:1-2.