Caligastia tenía la tendencia de ponerse de parte de casi todos los grupos que protestaban y simpatizaba generalmente con aquellos que expresaban con moderación sus críticas implícitas. [1]
A Lucifer y a Caligastia se les informó con paciencia, y se les advirtió con amor, acerca de sus tendencias a la crítica y del desarrollo sutil de su orgullo personal, con la correspondiente exageración del sentido de la vanidad. Pero todos estos intentos por ayudarlos fueron malinterpretados como críticas infundadas e injerencias injustificadas en sus libertades personales. [2] La conciencia es realmente la crítica de uno mismo por nuestra propia escala de valores, los ideales personales. [3] No se necesita una gran profundidad intelectual para encontrar fallos, hacer preguntas o poner objeciones. [4] Decía Jesús: No le demos a estos a las autoridades ningún motivo para que se ofendan con nuestra actitud. [5]
Si deseáis realmente vencer la costumbre de criticar a un amigo, la manera más rápida y segura de conseguir este cambio de actitud consiste en establecer la costumbre de rezar por esa persona cada día de vuestra vida. [6] La religión no progresa a menos que esté disciplinada por la crítica constructiva. [7] La certidumbre interior verdadera y auténtica no teme en absoluto el análisis exterior, ni la verdad se resiente por una crítica honesta. [8]