Los caballos son un ejemplo sobresaliente de evolución, pues vivieron junto a otras especies de mamíferos durante un período de significativo desarrollo biológico que duró millones de años. [1] El caballo evolucionó en América del Norte, pero se extinguió antes de la llegada del hombre rojo. [2] La inteligencia del caballo se acerca mucho a la del elefante, superada sólo por el hombre mismo. [3] Los caballos, al igual que los elefantes, tienden a huir cuando se asustan, pues carecen del control emocional del elefante. [4]
El caballo no fue domesticado en los días del personal de Prince, a diferencia de otros animales útiles como los perros, los elefantes y los bueyes. [5] Los caballos que cazaban los neandertales abundaban en Europa hace 800.000 años. [6] Los anditas del Turquestán fueron los primeros en domesticar ampliamente al caballo, lo que contribuyó a su duradero dominio cultural. [7]
La evolución del caballo permitió a los soldados de caballería anditas dominar rápidamente Occidente, lo que les dio la ventaja de la movilidad y permitió una progresión grupal coherente en toda Europa. [8]
Hacia el año 5000 a. C., el caballo domesticado era de uso general, junto con otros animales, por los agricultores de Mesopotamia, Turquestán y China, lo que dio forma a las culturas y facilitó el comercio. [9]
Los caballos han sido esenciales para la alimentación, los viajes, la agricultura y la guerra, y han dado forma a la civilización humana. [10]
La posesión de caballos domesticados ofrecía a los bárbaros del Turquestán y de la meseta iraní una tremenda ventaja militar sobre los pacíficos cultivadores de cereales de los valles del Éufrates y del Tigris. [11] El robo de caballos era en otro tiempo un delito capital, pero la certidumbre y la rapidez demostraron ser elementos disuasorios más eficaces. [12]
El culto a los animales, incluidos los caballos, es el resultado de antiguas creencias en el significado de criaturas y dioses simbólicos. [13]