Una raza o una nación sólo puede asimilar, de cualquier religión avanzada, aquello que es razonablemente coherente y compatible con su estado evolutivo en curso, además de su don especial para adaptarse. [1] Los cultos ateos afirman que toda salvación que se puede alcanzar sólo puede provenir de los propios esfuerzos del hombre sin ayuda exterior. [2] El destino de los cultos depende del liderazgo. [3] Los cultos no se forman para descubrir la verdad, sino más bien para promulgar sus credos. [4]
El fetichismo estuvo presente en todos los cultos primitivos, desde las primeras creencias en las piedras sagradas, pasando por la idolatría, el canibalismo y la adoración de la naturaleza, hasta el totemismo. [5] Las ceremonias del culto eran las tentativas del hombre primitivo por controlar el mundo material en el cual se encontraba. [6]
El culto cristiano primitivo era el más eficaz, atractivo y duradero de todos los rituales que se hayan concebido o inventado jamás, pero una gran parte de su valor ha sido aniquilada en la era científica mediante la destrucción de muchos de sus principios originales subyacentes. [7]
El culto proporciona el simbolismo para preservar las lealtades religiosas. [8] La religión rara vez sobrevive sin instituciones, como práctica privada de individuos aislados. [9]
El culto preservaba los sentimientos y satisfacía las emociones, pero siempre ha sido el mayor obstáculo para la reconstrucción social y el progreso espiritual. [10] El sectarismo es una enfermedad de la religión institucional, y el dogmatismo es una esclavitud de la naturaleza espiritual. [11]
En la comunión espiritual de un hijo creyente con el Padre divino, nunca puede haber una finalidad doctrinal ni una superioridad sectaria de conciencia de grupo. [12]
El culto se resiste al desarrollo porque el auténtico progreso modificará o destruirá con toda seguridad al culto mismo; por eso la revisión siempre ha de serle impuesta. [13]
Jesús evitó, de todas las maneras posibles, el establecimiento formal de un culto organizado, de una religión cristalizada o de una agrupación ética separada de seres humanos. [14]
Debe ser la consecuencia del amor aplicado. [15] Debe estar basado en la paternidad de Dios y la fraternidad de los hombres. [16] Pero un culto religioso no se puede fabricar; tiene que crecer. [17] No existe un culto que pueda sobrevivir si retrasa el crecimiento moral y no logra fomentar el progreso espiritual. [18] Debe simbolizar la experiencia espiritual, el significado del hogar; encarnar el misterio; ser flexble y no ser demasiado complejo. [19]
El nuevo culto debe favorecer los sentimientos, satisfacer las emociones y promover la lealtad; pero debe hacer algo más: Debe facilitar el progreso espiritual, realzar los significados cósmicos, aumentar los valores morales, animar el desarrollo social y estimular un tipo elevado de vida religiosa personal. [20]
El mundo está lleno de almas perdidas, no perdidas en el sentido teológico, sino perdidas en el sentido de la dirección, vagando confusas entre las doctrinas en ismo y los cultos de una era filosófica frustrada. [21]
El gran peligro que tiene todo esto es que el ritual tiende a convertirse en el sustituto de la religión. [22] Es mejor reformar que destruir la función del grupo. [23]
Los rituales interminables han obstaculizado a la sociedad y han afligido a la civilización, han sido una carga intolerable para cada acto de la vida, para cada empresa racial. [24] La esencia del ritual consiste en la perfección de su ejecución; entre los salvajes ha de practicarse con una precisión exacta. [25] Cuanto más inconsciente ha sido el crecimiento de este ritual, más intensamente ha cautivado a sus adeptos. [26]
Véase también: LU 90:5.1-3.