Se cree que los mamíferos del amanecer se originaron en la península mesopotámica o persa. [1] La migración andita a Irán comenzó en tiempos antiguos, y sus descendientes se trasladaron más tarde a la India y al Turquestán. [2]
Los bárbaros de Irán invadieron los valles del Éufrates y del Tigris, impulsando las últimas oleadas de cultura que se extendieron por Europa, Asia occidental y el norte de África. [3] La superpoblación en el año 15.000 a. C. en Irán condujo a un extenso movimiento andita hacia la India. [4]
Los anditas iraníes, descendientes de sacerdotes setitas, invadieron Europa junto con los anditas de Irán durante mil años, dividiéndose alrededor de los mares Caspio y Negro para penetrar en Europa a través de los Balcanes y Ucrania. [5]
La aridez del Irán obligó a los anditas a inventar nuevos métodos, ejemplificando cómo las circunstancias naturales moldean la evolución de la cultura. [6]
Los persas liberaron a los judíos del cautiverio babilónico, pero estos cayeron en la esclavitud de su propio código de leyes, sacrificios y rituales, dominado por los sacerdotes. [7] El remanente de la raza azul que quedó en la antigua Persia se amalgamó más tarde con otras, creando las tribus nómadas modernas de los árabes. [8]
En Persia, la reverencia al fuego persistió durante mucho tiempo como símbolo de purificación y purga de los espíritus. [9]
El Irán desempeñó un papel crucial en la formación de la influencia del cristianismo, mezclando ideas judías, griegas y persas para construir una sociedad progresista basada en las enseñanzas de Jesús y Pablo. [10]
Los conceptos del reino de los cielos provenientes de las enseñanzas persas y de las creencias apocalípticas judías fueron apropiados por Jesús al establecer un reino divino basado en el triunfo del bien sobre el mal. [11] El mitraísmo surgió en Irán, influyendo en el cristianismo posterior mediante la absorción de las enseñanzas de Zoroastro. [12] Las doctrinas de Salem en Irán casi se extinguieron, pero Zoroastro reavivó las brasas ardientes con una nueva religión que se difundió por la espada. [13] Los caldeos pusieron el culto al sol en el centro de su universo. [14] Los dioses de la tríada de las civilizaciones antiguas reflejaban asociaciones naturales en la experiencia humana. [15] El zoroastrismo, fundado en Persia, incorporó enseñanzas de los misioneros de Melquisedec acerca del único Dios. [16]