Lucifer perdió sus preciosas dotes al ceder a la impaciencia y al deseo de poseer lo que ansiaba ahora, desafiando los derechos y obligaciones de los demás. [1]
Sé paciente y resiste la tentación de entregarte a aventuras baratas y sórdidas; en lugar de ello, aprovecha tus energías y espera el majestuoso desarrollo de una carrera interminable de emocionantes descubrimientos. [2]
La lección de Adán y Eva es que la impaciencia puede conducir a resultados desastrosos, ya que no estaban dispuestos a soportar la larga y difícil tarea de resolver la lamentable situación de Urantia. [3]
La impaciencia de Lucifer condujo a la pérdida de las obligaciones éticas innatas, divinas y universales, ya que ansiaba el poder inmediato y desestimaba los derechos y libertades de los demás. [4] La impaciencia es un veneno espiritual, mientras que la ira es similar a perturbar un avispero. [5]
La impaciencia de Serapatatia por obtener resultados inmediatos estaba alimentada por su sincera lealtad al plan a largo plazo de ayudar a los confundidos pueblos de Urantia. [6]