Elman, el médico sirio, supervisó el hospital de Betsaida durante cuatro meses, tratando a los enfermos con métodos materiales y prácticas espirituales, y Jesús los visitaba tres veces por semana. [1] Lucas, el gentil converso de Pablo, escribió un evangelio diferente sobre la vida de Jesús, retratándolo como «el amigo de publicanos y pecadores». [2] Los médicos deben abstenerse de despreciar los medios materiales de curación y considerar métodos alternativos para curar las enfermedades humanas. [3] Verónica sufrió muchas cosas por parte de muchos médicos, pero halló sanación y plenitud al tocar el manto de Jesús. [4]