La tasa de interés en la antigüedad era del cien por cien al año, lo cual era un medio de esclavizar. [1] Los primeros acreedores controlaron el cuerpo después de la muerte. [2] El banquero primitivo era el hombre más valiente de la tribu. [3] El crédito comercial se practicó por primera vez entre estos grupos instruidos, educados en las escuelas de Dalamatia. [4] En un planeta vecino los tribunales determinan las tasas de interés en la nación continental principal. [5]
Moisés dijo que su pueblo prestaría pero no pediría prestado; creía en la Providencia. [6] En Jerusalén se fomentó un amplio sistema de intercambio bancario y comercial, que se realizaba directamente dentro de los recintos del templo. [7]
En la parábola de los talentos el siervo negligente debería haber obtenido intereses, hacer producir sus talentos. [8] Judas depositaba una parte de los fondos comunes en el banco de un amigo de su familia. [9] La riqueza honrada tiene derecho a unos intereses. [10]