El Cretácico fue la era de las aves. [1]
Las ranas dieron nacimiento a los reptiles, una gran familia animal prácticamente extinguida, pero que antes de desaparecer dio origen a toda la familia de las aves y a las numerosas clases de mamíferos. Los tipos de aves actuales —águilas, patos, palomas y avestruces— descienden todos de los enormes reptiles de los tiempos prehistóricos. El reino de los reptiles, descendiente de la familia de las ranas, está representado actualmente por cuatro divisiones supervivientes: dos no progresivas, las serpientes y los lagartos, junto con sus primos los cocodrilos y las tortugas; una parcialmente progresiva, la familia de las aves; y la cuarta representa a los antepasados de los mamíferos y a la línea que desciende directamente hasta la especie humana. [2] Las aves evolucionaron a partir de dinosaurios saltadores de huesos huecos. [3]
Las pre-aves zancudas y nadadoras de las épocas anteriores no habían prosperado en el aire, ni tampoco los dinosaurios voladores. Fueron unas especies efímeras que se extinguieron pronto. Sufrieron también el mismo destino que los dinosaurios, la destrucción, pues tenían muy poca sustancia cerebral en comparación con el tamaño de su cuerpo. [4]
Andón creó el fuego con chispas de pedernal en un nido de pájaros. [5] Hacia el año 5000 a. de J.C., los campesinos de Mesopotamia, el Turquestán y China habían empezado a criar aves de corral. [6] Las aves se convirtieron en animales fetiche. [7] El hombre primitivo creía que las aves eran la fuente del viento. [8]
En Jerusem se utilizan aves para transportar personas. [9]
Especies de aves mencionadas en El Libro de Urantia: