En las realidades fraternales del reino de los cielos, los hijos de Dios por la fe encuentran su liberación final del aislamiento del yo, tanto de manera personal como planetaria. El creyente que conoce a Dios experimenta cada vez más el éxtasis y la grandeza de la socialización espiritual a escala del universo —la ciudadanía en el cielo asociada a la realización eterna del destino divino consistente en alcanzar la perfección. [1] La ciudadanía cósmica es el reconocimiento honrado de vuestras obligaciones progresivas hacia el Ser Supremo. [2] Los ángeles enseñan la responsabilidad y moralidad de la ciudadanía cósmica a los mortales. [3]