Cuando el hombre toma una decisión, y consuma esta decisión en una acción, el hombre efectúa una experiencia. [1] El esfuerzo y la decisión son una parte esencial de la adquisición de los valores de supervivencia. [2]
La elección del hombre entre el bien y el mal no está influida solamente por la agudeza de su naturaleza moral, sino también por otras influencias tales como la ignorancia, la inmadurez y las ilusiones. [3]
La naturaleza moral del hombre se encontraría impotente sin el arte de la medida, sin el discernimiento que está incorporado en su capacidad para examinar a fondo los significados. [4]
El poder de elección es esta insignia universal de las criaturas con libre albedrío, es lo que constituye la oportunidad más grande del hombre y su responsabilidad cósmica suprema. [5] El Ser Supremo depende de la constancia y de la sabiduría de las acciones y decisiones para llevar a cabo la evolución experiencial. [6]
¿Cuánto tiempo estaréis detenidos en el valle de la decisión? El Padre nunca obliga a nadie a entrar en el reino. La invitación siempre ha sido, y será siempre: Cualquiera que quiera, que venga y comparta libremente el agua de la vida. [7]
Cada vez que Jesús se enfrentaba con una decisión nueva o importante, siempre tenía la costumbre de retirarse para comulgar con su propio espíritu y tratar así de conocer la voluntad de Dios. [8] Las grandes decisiones de Jesús fueron: [9]
Felipe se enfrentó a la cuestión de su vida cuando tuvo que tomar la decisión de si seguir a Jesús o no. [10]
El hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual mediante la fuerza, el poder y la perseverancia de sus propias decisiones. [11]
El hombre está tan desprovisto de decisiones valientes y de una cooperación consagrada, que a los Ajustadores interiores les resulta casi imposible comunicarse directamente con la mente humana. [12] Siempre ha sido así y siempre será así: Los hombres deben tomar sus propias decisiones. [13]
Los seres humanos que se encuentran por debajo del tercero y del segundo círculos de consecución escuchan raras veces la voz directa del Ajustador, excepto en los momentos de un deseo supremo. [14]
Los ajustadores no están interesados en hacer fácil la carrera mortal; se ocupan más bien de hacer nuestra vida razonablemente difícil y dura a fin de estimular y multiplicar nuestras decisiones. [15]
Las deciciones proporcionar un punto de apoyo psíquico para los Ajustadores sobre el que podrán aplicar posteriormente la palanca espiritual de una iluminación elevada y progresiva. [16]
El mundo espiritual está gobernado por el principio de respetar la elección de nuestro libre albedrío, a condición de que el camino que escojamos no sea perjudicial para nosotros o nocivo para nuestros compañeros. [17]
Los serafines nos protegen; no tratan de influirnos directamente; debemos trazar nuestros propios derroteros, y los ángeles actúan entonces para hacer el mejor uso posible del camino que hemos elegido. [18]
La supremacía de una decisión, su relación con una crisis, tiene mucho que ver con su influencia para franquear los círculos. [19] Las decisiones abren una nueva capacidad de crecimiento. [20] Las decisiones morales causan la invasión divina del alma. [21]
El número de decisiones, las repeticiones frecuentes, las repeticiones persistentes, son esenciales también para tener la certeza de que tales reacciones se convertirán en hábitos. [22]
A la presencia funcional de la Deidad subabsoluta y experiencial le influyen clara y directamente las decisiones, las elecciones y las actitudes volitivas de estas criaturas finitas. [23]