Las instituciones del hombre civilizado son las costumbres acumuladas del pasado, conservadas por tabúes y dignificadas por la religión. [1]
El hombre debe controlar sus instituciones, ya que todas las instituciones humanas atienden alguna necesidad social, pero su desarrollo excesivo resta valor al individuo al eclipsar la personalidad y disminuir la iniciativa. [2]
Los tipos básicos de instituciones incluyen las de automantenimiento, autoperpetuación y autogratificación, cada una de las cuales abarca diferentes aspectos de la sociedad y la conducta humanas. [3] Mediante las instituciones, el hombre consiguió la libertad civil. [4]
El hombre debe controlar las instituciones, no ser controlado por ellas, ya que éstas deben servir a las necesidades sociales sin eclipsar el valor individual ni sofocar la iniciativa. [5] Las instituciones surgen de los grupos sociales y tienen como objetivo ahorrar trabajo al tiempo que mejoran la seguridad del grupo. [6]
El hombre debe controlar las instituciones para asegurarse de que satisfagan las necesidades sociales sin eclipsar a los individuos ni disminuir la iniciativa. [7]
El hombre trasciende a sus antepasados animales emocionalmente mediante la apreciación del humor, el arte y la religión; socialmente, exhibe superioridad como fabricante de herramientas, comunicador y constructor de instituciones primitivas. [8]