Los dirigentes religiosos y los maestros rabínicos de Jerusalén no tenían una gran simpatía por los galileos. Cuando Jesús nació, Galilea era más gentil que judía. [1]
Muchos de los pescadores galileos tenían una fuerte proporción de sangre gentil a consecuencia de la conversión forzosa de la población no judía de Galilea cien años antes. [2] Herodes Antipas fue, como su padre, un gran constructor. Reconstruyó muchas ciudades de Galilea, incluyendo el importante centro comercial de Séforis. [3] Jesús siempre deseaba encontrarse con los apóstoles en los paisajes y la naturaleza de Galilea. [4] Giras de predicación de Jesús:
La falta de riqueza de los galileos no implicaba inferioridad social. [9] Galilea era una comarca más hermosa y próspera que Judea, y vivir allí apenas costaba la cuarta parte de lo que costaba en Jerusalén y Judea. [10]
Los judíos de Judea solían decir de los galileos: «Busca en las Escrituras, y descubrirás que no surge ningún profeta de Galilea, y mucho menos el Mesías». [11] Pilato mezcló la sangre de unos galileos con la de los sacrificios en el templo. [12] Los residentes de Galilea sólo iban al templo de Jerusalén para tres fiestas al año. [13]
Aunque Jesús podría haberse beneficiado en Alejandría de mejores oportunidades para instruirse que en Galilea, no hubiera tenido un entorno tan espléndido para resolver los problemas de su propia vida con un mínimo de guía educativa, disfrutando al mismo tiempo de la gran ventaja de un contacto permanente con una cantidad tan grande de hombres y mujeres de todas clases, procedentes de todos los lugares del mundo civilizado. [14]