La autoridad de la iglesia se estableció porque las palabras de los libros sagrados eran consideradas como inspiradas. [1]
La evolución de la filosofía religiosa en los pueblos helénicos y hebreos proporciona un ejemplo contrastante de la función de la iglesia como institución en el desarrollo del progreso cultural. [2] Las sociedades secretas se convirtieron en las precursoras de las iglesias. [3] La verdadera iglesia —la fraternidad de Jesús— es invisible, espiritual y está caracterizada por la unidad, pero no necesariamente por la uniformidad. [4]
Uno de los grandes pasos que se han dado en todos los tiempos a favor de la paz ha sido el intento de separar la iglesia del Estado. [5] El Estado es la reacción del hombre hacia su entorno natural, el hogar, hacia su entorno social, y la iglesia, hacia su entorno ilusorio de fantasmas. [6]
En las eras de luz y vida los templos para la adoración, con sus escuelas asociadas de filosofía y de religión experiencial, son unas creaciones llenas de belleza y de grandiosidad. Las zonas al aire libre para las asambleas cultuales son igualmente sublimes en la simplicidad de sus detalles artísticos. [7]
Cuando no es posible adorar a Dios en los tabernáculos de la naturaleza, los hombres deberían hacer todo lo posible por tener unas casas llenas de belleza, unos santuarios con una sencillez atrayente y una decoración artística, para que puedan despertarse las emociones humanas más elevadas en asociación con un acercamiento intelectual a la comunión espiritual con Dios. [8]