La guerra primitiva imponía disciplina y forzaba a la cooperación. [1] Un Melquisedek que ha errado en su juicio es purificado con un reposo correccional. [2] Todos formamos parte de la familia de Dios, y por eso a veces tenemos que participar en la disciplina de familia. [3]
Cuando la mano disciplinaria del Padre se coloca sobre la vid, lo hace con amor, para que los sarmientos puedan producir muchos frutos. Un sabio viñador sólo corta las ramas muertas y estériles. [4]
Hay pocos mortales que sean verdaderos pensadores; no desarrolamos ni disciplinamos espiritualmente nuestra mente hasta el punto de establecer una conexión favorable con los Ajustadores divinos. [5] Dios a veces nos castiga para nuestro propio beneficio. [6] No tentéis a los ángeles que os supervisan a conduciros por caminos turbulentos como disciplina amorosa destinada a salvar vuestra alma indolente. [7] La lealtad de Van resultó de un carácter disciplinado. [8] El Señor corrige al que ama, como un padre corrige al hijo en quien tiene su complacencia. [9]
La disciplina ha de ser mantenida y la justicia debe ser administrada, pero la sabiduría de la fraternidad debería prevalecer en todas estas cuestiones. [10] Los grupos sociales de creyentes tienen derecho a mantener el orden en sus filas y a administrar la disciplina a sus miembros ingobernables e indignos. [11]
Los antiguos salvajes empezaban muy pronto a disciplinar a sus hijos; los niños no tardaban en comprender que la desobediencia significaba el fracaso o incluso la muerte, exactamente igual que para los animales. [12]
Los niños que fueron adoptados en Dalamatia por los miembros del consejo del Príncipe se beneficiaban de la disciplina y la educación de estos superpadres. [13] Al aplicar disciplina que la compasión forme parte de todo castigo; de todas las maneras posibles procurad transformar el castigo en una bendición. [14] El amor de un padre por su hijo obliga muchas veces al padre a refrenar las acciones imprudentes de su atolondrado descendiente. [15] Es verdad que los padres sabios pueden castigar a sus hijos, pero hacen todo esto con amor y con un propósito correctivo. [16]
En la familia de José y María, José solía sentarse con Jesús y le explicaba íntegramente las razones reales y subyacentes por las cuales era necesario disciplinar los deseos personales para contribuir al bienestar y la tranquilidad de toda la familia. [17]
Jesús empezó a disciplinar sabiamente a sus hermanos y hermanas a una edad tan temprana que nunca tuvo necesidad de castigarlos mucho para conseguir su pronta y sincera obediencia. [18] Jesús amaba tanto a los hombres y de manera tan sabia, que nunca dudaba en ser severo con ellos cuando las circunstancias requerían dicha disciplina. [19]
Jesús dijo: «Cuando tus hijos son muy jóvenes e inmaduros, y has de castigarlos, pueden pensar que su padre está enojado y lleno de ira resentida. Su inmadurez no les permite penetrar más allá del castigo para discernir el afecto previsor y correctivo del padre». [20]