Juzgar a los demás injustamente es peligroso; hay que mostrar misericordia para recibir misericordia. [1] No prejuzguéis a vuestros semejantes; los ángeles, aunque mayores en poder, no juzgan a la humanidad. [2] No juzguéis al alma por un solo episodio humano desafortunado, sino por los anhelos y propósitos espirituales. [3] Juzgad la religión primitiva del hombre según su iluminación, no según vuestros propios criterios de conocimiento y verdad. [4] Que Natanael dé cuenta de sí mismo a Dios, pues ¿quién de nosotros es competente para juzgar a su hermano? [5] La justicia debe ser administrada por el grupo social, no por los individuos, para asegurar la imparcialidad y eliminar los prejuicios personales. [6] El Espíritu de la Verdad hace posible que haya un juicio sabio en vuestros corazones mientras yo me voy para ser restaurado a mi lugar en lo alto. [7]
La madurez y el juicio son concomitantes a la prolongación de la unidad de tiempo en la experiencia, iluminando el verdadero significado del presente y realzando los valores del futuro. [8]
En el día del juicio, aquellos que afirman haber hecho grandes obras en el nombre de Jesús pero carecían de sinceridad serán rechazados, mientras que aquellos que lo representan fielmente serán bienvenidos en el reino del Padre celestial. [9] Zoroastro y los egipcios enseñaron el día del juicio, influyendo en las creencias judías sobre el cielo y el infierno. [10] En el mitraísmo, los creyentes adoraban en secreto y participaban en rituales para asegurar la vida eterna y enfrentar el juicio ante Mitra. [11]
En el día del juicio, las vidas que viven los hombres juzgarán a todos, y a los ricos se les harán tres preguntas: ¿cuánta riqueza acumulasteis, cómo la conseguisteis y cómo la utilizasteis? [12] Cuando mil o un millón de testigos hayan testificado, la revelación divina del Censor representa el juicio definitivo e irrefutable. [13] El mensaje de Lucifer absolvió a los Portadores de Vida de toda crítica futura a su trabajo en Urantia. [14]
En el próximo mundo, se pedirá a los mortales que rindan cuentas de sus dotes y de sus administraciones, y se enfrentarán a un ajuste de cuentas justo y misericordioso basado en cómo utilizaron sus talentos para el deber superior de servir a los demás y adorar a Dios. [15]
Al morir, los mortales se encuentran en presencia inmediata del juicio, enfrentándose a la nueva dispensación de servicio en el plan eterno del Padre infinito. [16]
En el juicio final, el destino eterno depende de la fidelidad, no del éxito material, haciendo eco de la devoción y el amor que se encuentran en las relaciones de los Servitales de Havona y los Guías de los Graduados. [17] El juicio, en asuntos de rebelión cósmica como la de Lucifer, pertenece exclusivamente a los Ancianos de los Días. [18]
Las comisiones conciliadoras son indispensables para mantener la armonía en el universo de universos, resolviendo rápidamente disputas menores a medida que atraviesan el espacio a una velocidad triple. [19] La demora en la ejecución del juicio puede estar justificada si permite la oportunidad de arrepentimiento y rehabilitación. [20] El juicio siempre cumple el amor divino de Dios 3. Ancianos de los Días. [21]
Los creadores como el Hijo Maestro, Miguel, se centran en la creación, el sustento y el ministerio, dejando el juicio a seres de elevada formación y experiencia como criaturas. [22] El Padre, fuente de todo juicio verdadero, es aquel con quien yo juzgaría, si tuviera que juzgar. [23]
Los Hijos Estacionarios de la Trinidad llevan a cabo el juicio, la aplicación final de la justicia, basándose en la evidencia procedente de las personalidades del Espíritu Infinito. [24] Las vidas humanas son registradas y juzgadas por serafines y Censores en el estado morontial. [25]
Si hay dudas acerca de promover una identidad humana a los mundos de estancia, los gobiernos del universo invariablemente deciden en favor de los intereses personales de ese individuo, asegurando la justicia divina y ampliando las oportunidades para la misericordia divina. [26]
Todos los seres tendrán una única oportunidad verdadera de hacer una elección final y consciente de sí mismos, asegurando que ninguna alma será privada del estado de personalidad sin comprometerse plenamente con su decisión. [27] Cuando la misericordia se agota, la justicia prevalece y la rectitud decreta en el universo bien ordenado, donde la equidad divina siempre prevalece. [28] Los Hijos Magisteriales cierran las dispensaciones planetarias, adjudican acciones judiciales y sirven como altos magistrados de los reinos. [29]
Los registros vivientes de la ministración de misericordia de las Memorias de la Misericordia se presentan como testimonio en los tribunales de Uversa durante la adjudicación del derecho de cada individuo a la vida eterna. [30]
En los tribunales de los superuniversos, los Mensajeros Poderosos defienden a los individuos y a los planetas, mientras que Aquellos de Alta Autoridad procesan, y Aquellos sin Nombre ni Número sirven como jurados, asegurando la justicia y rectificando las desadaptaciones en los universos evolutivos. [31] Antes de la ejecución de la pena, un fallo debe ser satisfactorio para todas las personas relacionadas. [32]
La justicia nunca destruye lo que la misericordia puede salvar, ya que el amor del Padre domina el juicio supremo, ofreciendo salvación a todo malhechor. [33] Para los niños en período de prueba que no eligen sobrevivir, la muerte pone fin a sus carreras sin ninguna esperanza de resurrección o fallo. [34]
El juicio de los que no sobreviven nunca se atribuye a la negligencia del deber o la devoción por parte del Ajustador; pueden ser reasignados después del fallo o personalizados por el Padre Universal. [35] Los Soberanos del Sistema hacen cumplir los mandatos legislativos y ejecutan los decretos judiciales en las constelaciones y los universos locales. [36] Aquellos que rechacen a Jesús y sus enseñanzas serán llevados a juicio por el Padre y por aquellos designados para juzgar. [37]
En el juicio final ante los Ancianos de los Días, el consejo de los Importadores del Tiempo es crucial para asegurar tiempo suficiente para tomar decisiones y hacer elecciones. [38] El testimonio imparcial de los seconafines reflexivos guía los juicios angélicos con claridad e imparcialidad. [39]
Los Censores Universales desempeñan un papel vital en todo el gran universo, actuando en conjunción con otros seres y sirviendo como un componente integral de las adjudicaciones dispensacionales. [40]
Las autoridades del universo priorizan la paciencia, la comprensión y la misericordia en el plan universal, y eligen arriesgarse a una rebelión del sistema antes que negarle a un mortal la oportunidad de una carrera ascendente. [41] El juicio recae en aquellos que conocen los antecedentes y los motivos, lo que garantiza un castigo justo y misericordia en el universo. [42]
Dios es divinamente justo y equitativo, incluso encantadoramente misericordioso, en los juicios finales de los mortales primitivos que ascienden a una inteligencia espiritual superior. [43]
Jesús no vino a juzgar, sino a ofrecer salvación, porque quien cree en el evangelio cree en Aquel que lo envió y ya no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. [44]
Los Censores Universales se apropian de los registros Ajustadores y seráficos para juzgar el carácter de supervivencia y las cualidades espirituales del ser humano fallecido. [45] Los ocho mil millones de Censores Universales son el juicio de la Deidad, que encarna la sabiduría unida de la Trinidad del Paraíso. [46]
Los jueces y censores decretan la supervivencia mortal basándose en el discernimiento del alma morontial en evolución, guiados por el padre divino, el Ajustador. [47]