Los finalitarios son las elevadas personalidades espirituales que han terminado realmente la ascensión al Paraíso, y que han regresado a los mundos mismos donde estamos empezando este largo viaje para garantizar la seguridad de que nos es posible y podemos terminar esta formidable empresa. El jefe planetario interino de los finalitarios tiene el tercer asiento en el templo morontial, a la izquierda del asiento del Hijo Paradisíaco. [1]
Una o más compañías de finalitarios mortales están constantemente de servicio en Urantia. No existe ningún ámbito de servicio universal al que no sean destinados; ejercen su actividad en todo el universo, con períodos iguales y alternos de deberes asignados y de servicio libre. [2]
Aunque los finalitarios y sus edificios no son habitualmente perceptibles para la visión morontial, nos sentiremos más que emocionados cuando los transformadores de la energía y los Supervisores del Poder Morontial nos permitan vislumbrarlos. [3]
Cuando un universo local se establece en la luz y la vida el cuerpo finalitario reconoce por primera vez la jurisdicción de una autoridad exterior al Paraíso: el consejo supremo. Hasta este momento los finalitarios no habían reconocido ninguna supervisión a este lado del Paraíso. [4]
Después de nuestro paso por el régimen del Paraíso y después de haber sido admitidos en el Cuerpo de la Finalidad, recibimos la autorización de ir a Sonarington, puesto que somos hijos de Dios así como ascendentes —y somos incluso más. [5] Los finalitarios son invisibles a los mortales, como también lo es el Príncipe-Soberano, salvo cuando está en el templo morontial. [6] Los midsonitarios son pupilos de los finalitarios. [7]
Los intermedios son personalidades de contacto para los finalitarios en las etapas de luz y vida hasta la cuarta; muy pocos de ellos quedan nunca más allá de la cuarta etapa de luz. [8]
Nadie se convierte en finalitario sin haber pasado por la relación paternal. [9]
El jefe de los Trascendentales, el que preside a los Arquitectos del Universo Maestro, toma el juramento trinitario de la eternidad al finalitario llegado al Paraíso. [10] Somos enrolados en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad cuando hacemos el juramento definitivo a la Trinidad. [11]
Los mortales fusionados con el Padre son finalitarios en potencia; su destino es el Padre Universal, y de hecho llegan hasta él, pero dentro del ámbito de la presente era del universo, los finalitarios, como tales, no alcanzan su destino. Siguen siendo criaturas inacabadas —espíritus de la sexta fase. Cuando un finalitario mortal es abrazado por la Trinidad —cuando se convierte en un Hijo Trinitizado, como por ejemplo un Mensajero Poderoso— entonces ese finalitario ha alcanzado su destino, al menos durante la presente era del universo. [12] Los finalitarios se convertirán en espíritus de la séptima etapa con el logro del Supremo. [13]
Los finalitarios podrían conseguir un alto nivel de sabiduría no alcanzado hasta ahora después de que inicien algún día la séptima fase de la existencia espiritual. [14]
Los finalitarios tienen la posibilidad de encontrar al Padre Universal gracias al ministerio de los Ajustadores interiores, pero es por medio de estas técnicas experienciales como estos finalitarios llegan a conocer realmente al Ser Supremo, y están destinados a servir y a revelar a esta Deidad Suprema en los futuros universos del espacio exterior, y a ellos. [15] Las mentes de los finalitarios se unificarán con el Ser Supremo, que para entonces ya estará manifestado. [16] El destino de los finalitarios mortales como espíritus de la séptima fase es alcanzar en grupo el estado último de las criaturas. [17]
Como finalitarios tendremos nuestro domicilio en el Paraíso, pero Ascendington será nuestro hogar, incluso cuando empecemos a servir en el espacio exterior. Durante toda la eternidad consideraremos a Ascendington como nuestro hogar. Cuando nos convirtamos en seres espirituales de la séptima fase, es posible que renunciemos a nuestro estado residencial en el Paraíso. [18]
El universo central no es solamente el destino establecido para el hombre, sino que es también el punto de partida de la carrera eterna de los finalitarios cuando emprendan algún día la aventura universal no revelada de explorar por experiencia la infinidad del Padre Universal. [19] Los finalitarios pueden comprender plenamente la divinidad espacio-temporal de Dios Séptuple. [20] Pueden llegar a unirse al grupo de los Mensajeros Poderosos. [21] Pueden unirse a Los Elevados en Autoridad. [22] Pueden unirse a los que no tienen Nombre ni Número. [23] Pueden lograr la comprensión de la supremacía y la ultimidad de Dios. [24]
Se especula que los finalitarios, en la eternidad, se convertirían finalmente en los hijos del Absoluto de la Deidad. Y aunque es posible que logren captar la naturaleza absonita y última del Padre, se creen que nunca serán capaces de alcanzar los niveles superúltimos de la Deidad absoluta. Es posible que los finalitarios alcancen parcialmente al Absoluto de la Deidad, pero incluso si lo consiguen, el problema del Absoluto Universal continuará todavía, en la eternidad de las eternidades, intrigando. [25]
En todo Orvonton se cree que se está gestando un nuevo tipo de creación, una clase de universos destinada a convertirse en el escenario de las actividades futuras del Cuerpo de la Finalidad que se está agrupando. [26] No hay duda de que los Hijos Creadores y sus hijos mortales se están preparando para algún futuro servicio desconocido en el universo. [27] Los finalitarios se convertirían sin duda en los administradores universales más eficaces que se haya conocido nunca en toda la creación. [28]
Los finalitarios son espíritus de la sexta etapa, y su estado no es definitivo. [29] Los finalitarios del cuerpo paradisiaco son los hijos experienciales del Supremo. [30] A lo largo de toda la eternidad, un mortal ascendente mostrará las características indicativas del Espíritu que preside. [31]
Hasta que no seamos finalitarios, hasta que no hayamos alcanzado la perfección de la lealtad, no podremos darnos cuenta por nosotros mismos de la finalidad de la libertad. [32] La naturaleza de los finalitarios paradisiacos es la consecuencia cósmica de la mezcla de la criatura y del Creador. [33]
Para un finalitario no queda ninguna posibilidad de que un espíritu así de recto pueda arrojar alguna sombra negativa de mal potencial cuando es expuesto a la luminosidad penetrante de la luz divina de los Soberanos infinitos del Paraíso. [34]
El Cuerpo de la Finalidad engloba, entre otros, a aquellos mortales del tiempo y del espacio que han alcanzado la perfección en todo lo que se refiere a la voluntad de Dios. [35] Sólo los seres fusionados con el Ajustador u otros seres fusionados con un fragmento del Padre-fragmento se vuelven finalitarios. [36] La dotación espiritual triple está perfectamente unificada en los finalitarios. [37]
El alma inmortal y evolutiva del hombre, creación conjunta de la mente material y del Ajustador, asciende como tal hasta el Paraíso, y cuando es enrolada posteriormente en el Cuerpo de la Finalidad, se conecta de alguna nueva manera con el circuito de la gravedad espiritual del Hijo Eterno mediante una técnica experiencial conocida con el nombre de trascendencia finalitaria. [38] Los finalitarios son seres únicos que consisten en la unión eterna de los Ajustadores perfectos y las criaturas perfeccionada. [39]
El quinto grupo de siete mundos primarios del circuito de Salvington es el de los mundos de los finalitarios de Nebadon. [40] Ascendington es la dirección de su hogar. [41] Pueden tener residencias personales en el Paraíso. [42] El mundo de transición número 1 del sistema local es el mundo de los finalitarios. [43]
Aunque el mundo de los finalitarios es una esfera con una belleza física exquisita y un embellecimiento morontial extraordinario, la gran morada espiritual situada en el centro de las actividades, el templo de los finalitarios, no es perceptible sin ayuda para la vista material ni para la vista morontial inicial. [44]
Cuando un sistema está establecido en la luz y la vida, a medida que los mundos de las mansiones dejan de servir unos tras otros como lugares para instruir a los mortales, son ocupados por la población finalitaria creciente que se acumula en estos sistemas más antiguos y mucho más perfeccionados. [45]
El área morontial asignada a los mortales ascendentes que residen en Edentia está situada en la zona media del triángulo número treinta y cinco, contiguo a la sede de los finalitarios, la cual está ubicada en el triángulo treinta y seis. [46]
Los círculos de los finalitarios en Jerusem tienen una estructura única en su centro. Un templo vacío de este mismo tipo se encuentra en cada mundo sede de todos los sistemas de Nebadon. Este edificio situado en Jerusem lleva el sello de la insignia de Miguel y posee la siguiente inscripción: «No dedicado a la séptima fase del espíritu —a la misión eterna». [47] Los finalitarios actuales sólo usan un décimo del 1% de los mundos de Havona. [48]
Los finalitarios no dependen del transporte seráfico para trasladarse. [49]
Cuando las compañías de finalitarios mortales están estacionadas en el Paraíso, se les concede un período de descanso cada milenio del tiempo de Havona. [50]
En el Cuerpo de la Finalidad, cuando se desea mostrar o llegar a una relación trinitaria completa con la creación evolutiva, siempre se reúne a un grupo de siete finalitarios, uno de cada superuniverso. [51] Asumen los deberes de la mayoría de los seres celestiales después de que aparece el templo morontial. [52]
Los voluntarios del Cuerpo de la Finalidad de los Mortales acompañan a los Ciudadanos del Paraíso en su peregrinación por los circuitos de Havona, un acuerdo que ha prevalecido desde que se completó el primer grupo de finalitarios. [53] El jefe de los finalitarios de Satania sirve en el consejo ejecutivo de Jerusem. [54] Los finalitarios pueden intentar la trinitización. [55] Los mortales sirven bajo jurisdicción de los finalitarios en luz y vida. [56] No están activos en los dominios evolutivos de antes de entrar en estado de la luz y la vida. [57] Sirven en las comisiones que aprueban el avance del circuito de los peregrinos de Havona. [58]
Los finalitarios prestan sus servicios sucesivos en unos superuniversos diferentes a los de su nacimiento, superponiendo así una experiencia tras otra hasta que engloben la plenitud de la séptuple diversidad de las experiencias posibles de las criaturas. [59] Los mortales fusionados con el Espíritu no se vuelven finalitarios, pero se integrarán finalmente en el Cuerpo de la Perfección del universo local. [60] Tabamantia es un veterano finalitario, jefe del cuerpo de directores universales encargado de vigilar los mundos experimentales. [61]