De todos los problemas que surgen en el universo y que requieren el ejercicio de la sabiduría consumada de la experiencia y de la adaptabilidad, ninguno es más importante que aquellos que surgen en las relaciones y en las asociaciones de los seres inteligentes. [1] Hay que utilizar el poder moral y la energía espiritual para resolver las dificultades. [2] Cuando las nubes se acumulan en lo alto, deberíamos mirar más allá de las brumas de la incertidumbre mortal. [3]
Entonces nos volveremos expertos en el arte de arrancar la victoria de las mismas garras de la derrota; aprenderemos a transformar las dificultades del tiempo en triunfos de la eternidad. [4]
No le pidas a Dios que te resuelva tus dificultades, pero no dudes nunca en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para que te guíe y te sostenga mientras atacas con resolución y valor los problemas diarios. [5]
Ninguno de nosotros puede hacer gran cosa por cambiar las dificultades de la vida, a menos que descubramos que el Padre que está en los cielos así lo quiere. [6]
No se puede disuadir a los hombres de sus confusiones cuando llegan a un grado dado de complicación, y cuando tantas personas con fuertes sentimientos están implicadas. [7]
Los creadores han dado nacimiento a unos universos donde abundan las diferencias y pululan las dificultades. Los defectos de adaptación, la falta de armonía y los conflictos, todas estas cosas son inherentes al crecimiento evolutivo. [8] El padre participa directamente en nuestras luchas. [9] La amistad disminuye el dolor de las dificultades. [10] Las dificultades intelectuales y emocionales no obstaculizan con la supervivencia segura del alma que conoce a Dios. [11]
Muchas perplejidades humanas no existen en realidad, muchas dificultades angustiosas son creadas por un miedo exagerado y producidas por un recelo desmedido. [12] Las luchas mortales no tienen lugar en vano. [13]
Muchas cosas que suceden en el transcurso de una vida humana son duras de comprender, difíciles de conciliar con la idea de que éste es un universo en el que prevalece la verdad y triunfa la rectitud. [14]
La verdadera perspectiva de cualquier problema sobre la realidad —humano o divino, terrestre o cósmico— sólo se puede obtener mediante el estudio y la correlación completos e imparciales de tres fases de la realidad universal: el origen, la historia y el destino. [15]
Las almas sabias que poseen tacto y tolerancia son capaces de evitar un buen número de dificultades, que sin embargo se abaten sobre los inadaptados emocionales, los que se niegan a crecer o los que envejecen mal. [16] La evitación de los problemas es un rasgo animal que la carrera morontial erradica. [17]
La experiencia religiosa espiritual personal resuelve eficientemente la mayoría de las dificultades de los mortales; clasifica, evalúa y ajusta eficazmente todos los problemas humanos. [18] El alma del hombre se revela en los momentos de prueba; la prueba descubre lo que hay realmente en el corazón. [19]
Debemos permitir que los Ajustadores nos fortalezcan mientras luchamos contra las dificultades temporales de la existencia. [20] Las dificultades estimulan, fortifican y espolean a los verdaderos creyentes. [21] Hay que afrontar con valentía los problemas de la realidad universal. [22] El mensaje de Jesús, tal como lo predicó y lo vivió en su día, fue una solución eficaz para las dificultades espirituales del hombre. [23] Las aflicciones del justo son numerosas, pero el Señor lo libera de todas. [24]
El amor del Maestro no nos libera de las dificultades de este mundo; no crea un mundo nuevo, pero hace con toda seguridad que el viejo mundo resulte nuevo. [25] Todos los creyentes deberán atravesar una zona de conflicto al pasar de la vida que se vive en la carne a la vida superior que se vive en el espíritu. [26]
Los constructores del reino, los ciudadanos acreditados de los mundos celestiales, no deben inquietarse por los trastornos temporales o perturbarse por los cataclismos terrestres. [27]
Cuando las almas desalentadas buscan sinceramente a Dios —con hambre de verdad y sed de rectitud— no hay nada que pueda retenerlas por más tiempo en cautiverio. [28] La creencia en el evangelio no impedirá que tengamos dificultades, pero sí asegurará que no tendremos miedo cuando se presenten las dificultades. [29]
Andón y Fonta se criaron en un entorno estimulante, vigorizante y difícil. [30] Es verdad que la esclavitud era opresiva, pero en las escuelas de la opresión es donde el hombre aprendió la diligencia. [31] Muchos encuentran a Dios buscando ayuda divina para resolver las dificultades. [32] Muchas verdades solo se sienten en la adversidad. [33]
Vivimos en un planeta donde ha habido un gran error de sabiduría, pero estos pasos en falso se producen porque nuestro universo no fue creado perfecto; la perfección es nuestra meta eterna, no nuestro origen. [34]
Es necesario enfrentarse con las dificultades del universo y tropezar con los obstáculos planetarios, como parte de la educación experiencial para el alma. [35] Las pruebas y las dificultades de la vida nos preparan para recibir la sabiduría y el conocimiento superior. [36] Los tiempos de prueba siempre son tiempos de gran revelación. [37] Las dificultades pueden desafiar a la mediocridad y derrotar a los temerosos, pero no hacen más que estimular a los verdaderos hijos de los Altísimos. [38]
Jesús no deseaba participar en las dificultades sociales personales de los apóstoles. [39] Dejó la tarea de desenredar la visión mesiánica que tenían sobre él al cumplimiento de la voluntad del Padre. [40] Se negó a aplicar pruebas materiales a los problemas espirituales. [41] Judas culpó a otros por sus dificultades y decepciones personales; nunca acudió a Jesús con sus dificultades personales. [42]
Los asuntos humanos en los mundos del tiempo y del espacio no transcurren con tranquilidad durante mucho tiempo. [43]
Se cree que en las eras por venir, las posibilidades de que exista falta de armonía, desajustes e inadaptaciones desaparecerán finalmente de los superuniversos. [44]
La humanidad de Urantia debe resolver sus problemas de desarrollo mortal con los linajes humanos que posee —ninguna nueva raza volverá a aparecer en el futuro a partir de fuentes prehumanas. [45]
Véase también: LU 4:1.7-9.